Por el c. German Luna Segura
Director de LA TRIBUNA
Lourdes Celmira Flores Nano descubre de pronto que hay pobres en el Perú y es tanto su asombro que se aleja unos instantes de su cómodo sillón rectoral y decide «darse un tiempito» para atacar a los ricos que le dan chamba en la universidad. Alejandro Toledo por su parte, en audaz conferencia que vulnera su sana costumbre de dormir toda la mañana, suspende sus cómodas vacaciones y resistiéndose a asistir a los ágapes de sus amigos en La Molina, prefiere «rutear» las estaciones de radio y televisión para, usando de sus conocidos, enfilar sus baterías contra el gobierno con el único problema de haber pensando que ya estamos en el año 2010 y la campaña electoral ha comenzado.
La verdad es que en esta oportunidad la actitud de ambos personajes lindan con el ridículo.
Flores Nano, la de los metros cúbicos de agua en inmensas piscinas de mansiones lujosas que son una bofetada a la realidad de los cilindros de agua que compran diariamente los pobladores en los asentamientos humanos, usa un discurso que sólo su propio espejo cree, en tanto Toledo, sobriamente subestima nuestra inteligencia al pensar que, más allá de los problemas que vivimos, «de paso» en Lima y con declaraciones engoladas, puede crearle problemas al gobierno, olvidando el «sagrado» de la «bonita familia» los escándalos derivados de sus preferencias por las escoltas presidenciales, las vacaciones costosísimas en la playa, los aviones dedicados a la farra y el licor, así como de las «etiquetas azules» para consumo popular que el Perú es una diversidad sincrética más grande que La Molina o Punta Sal y que nuestros amigos, incluyendo los ricos si hubieran, no pueden parecerse a los suyos, por que los de ellos son gente ávida de negocios, celosos guardianes de «la caja», hacedores de «jugosas» ganancias que guardan bajo siete llaves porque no pueden justificar ni su origen, ni la alardeante y ofensiva prosperidad que exhiben
Necesitarán algo más que una visita al sur y el anuncio de una «gran movilización» para lograr que la gente olvide de que lado estuvo siempre la sinuosa lideresa del más conservador partido político que existe en el Perú y que, ni todo lo que queda de Perú Posible, no podrá movilizar a la ciudadanía, cuanto más si tenemos en cuenta que en términos reales, la lucha contra la dictadura de Fujimori comenzó cuando dio el auto golpe del mismo 5 de abril del año 92 y no como sugiere la foto de Toledo y Carlos Bruce, que llegaron para «dirigir» la denominada marcha de los Cuatro Suyos, cuando el régimen fujimontesinista ya se caía a pedazos.
Si bien no es casual que estas declaraciones se produzcan justo cuando la extrema izquierda y los nazi-onalistas que siguen a Ollanta Humala promueven acciones para enturbiar el desarrollo de la cumbre de la APEC que se realizará en nuestro país tampoco lo es que algún despistado le grite a Lourdes Flores que puede ser presidenta o que otros entusiasmen al ex mandatario que parece haber olvidado que aún están pendientes las explicaciones por los desatinos de su hermano Luis, por los negocios no tan santos de Pedro, las denuncias de violación de «miguelito», los negocios de filete, el avión parrandero y el desvió de fondos de donaciones sobre los que Eliana Karp – incluida también en el Clan Toledo-, aún no han respondido.
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